viernes, 24 de agosto de 2012

Femen


Siempre me he considerado feminista, tanto que cuando todavía estaba en la escuela primaria me compré la Declaración de los Derechos de la Mujer. Y es que desde niña me han indignado profundamente la discriminación por razón de género. Parafraseando a Machado, me duelen las mujeres.
Ya en la universidad empecé a leer textos teóricos feministas y durante el doctorado cursé una asignatura que se llamaba así, “Feminismo”. Pero mientras leía esos escritos, muchas veces en inglés y a menudo sumamente complicados, sobre todo los de las feministas francesas, pensaba “pero, todo esto ¿en qué ayuda para mejorar la vida de las mujeres? ¿Qué repercusión puede tener en sus vidas cotidianas?” Muchas veces veía que el significado de ser mujer se perdía entre múltiples significantes.
Y esos es precisamente lo que me gusta de Femen que logran, con muy pocas palabras, transmitir un mensaje claro y contundente. Este grupo de feministas ucranianas lo forman unas trescientas personas (hay algunos hombres también) de las cuales unas veinte realizan top less y logran con sus acciones hacer oír su voz en todo el mundo. Utilizan esos cuerpos que el patriarcado se ha empeñado en reducir a objetos como reclamo y provocación; unos cuerpos que no está al servicio de los hombres sino de las reivindicaciones de las mujeres; unos cuerpos que muestran en libertad y que rápidamente las fuerzas de seguridad se encargan de ocultar y reprimir. Así, mientras que en el mundo occidental la exhibición del cuerpo de la mujer es un negocio lucrativo, cuando unas jóvenes muestras sus pechos para reivindicar los derechos de las mujeres, son quitados de circulación al instante. Los senos de las mujeres solo pueden ser mostrados como objeto de deseo o como objeto mercantil y en ambos casos los beneficiarios suelen ser los hombres.

Desde las Vanguardias siempre ha habido movimientos artísticos e intelectuales que han pretendido epatar con sus acciones ya sean con pretensiones de transformar el mundo como los situacionistas o más lúdicas, como los yippies, y las Femen son herederas de esta tradición. Sus acciones tienen una clara dimensión estética, se han convertido en algo icónico, fácil de reconocer, con sus largas melenas rubias y su tradicional corona de flores además de sus torsos desnudos y pintados con sus proclamas. De esta manera, este verano señalaron a la UEFA como responsable de convertir Ucrania en un gran burdel y lucrarse gracias a la prostitución generada alrededor de la Eurocopa 2012. Así pues explicitan que uno de los totem masculinos por excelencia, el fútbol, va de la mano de la explotación sexual de la mujer. Por supuesto, sus denuncias no van mucho más allá de algún titular pero espero que acciones como estas se vayan multiplicando a ver si con un poco de suerte estas denuncias van calando entre la gente.







jueves, 16 de agosto de 2012

Solteras y amigos invisibles

Hay dos tipos de invitaciones que siempre declino amablemente: las despedidas de solteras y los amigos invisibles. En ambos casos se trata de tradiciones que se implantaron allá por los años 90 y ahora parecen casi ineludibles. Creo que ambas reflejan muy bien el espíritu de una época que permitía la frivolización lo cual no deja de tener, por supuesto, cosas positivas. La última vez que fui a una despedida de soltera no daba crédito al ver que el dinero que yo había dado para comprar algún regalo a la novia se había transformado en todo tipo de falos: un delantal con falo, un abridor con forma de falo, un pastel en forma de falo y un simpático falo saltarín que hizo las delicias de todas la comensales. Y, entiéndanme, no es que tenga nada en contra de los falos, todo lo contrario, pero me parece que son demasiados años de feminismo para acabar con semejante alegato falocentrista. Además de que, más allá de aquella noche, dudo que  regalos así vayan a ser utilizados nunca más. Vamos, yo voy a cenar a una casa y me encuentro a la anfitriona con un delantal de esa guisa o me abren la cerveza con un pene y me da qué pensar. Es decir, dinero malgastado en algo que no tiene ninguna utilidad y que, además, va a generar unos residuos totalmente innecesarios en un planeta -el nuestro- que anda bastante escaso de recursos.
Y esto me lleva al siguiente tema, el de los amigos invisibles. Con diferentes variantes, la idea principal del amigo invisible es comprar un regalo para alguien anónimo o bien alguien que te ha tocado por sorteo y se suele establecer un precio que se presupone máximo y mínimo. ¿Qué sentido tiene hacer un regalo a tontas y a locas o a alguien que no sabes ni quién es? ¿Y qué sentido tiene recibir un regalo así? Se supone que el regalo es algo que se hace desde el deseo de mostrar nuestros buenos sentimientos hacia alguien. A partir de estas premisas, resulta realmente difícil que el destinatario esté satisfecho con el presente recibido por que lo normal es que, tras un breve período de tiempo, pase a generar nuevos residuos que se han de sumar a los que ya ha generado con el envoltorio. Y todo esto, ¿para qué?
En Alemania, por ejemplo, en lugar de amigo invisible, después de las fiestas, se reúnen e intercambian aquellos regalos que no les han gustado. A eso le llamo yo sentido práctico. Aunque se trate de  algo bastante anecdótico, creo que sirve para ilustrar la relación que tiene ellos con el dinero y el aprovechamiento material, algo que se puede comprobar, también, por la gran cantidad de mercadillos y tiendas de segunda mano que hay en ese país. Así, de la misma manera que la gente participa de forma masiva en los amigos invisibles, gastando un dinero que, por pequeña que sea la cifra, siempre podría tener un mejor destino, en España se ha permitido que los políticos gasten nuestro dinero en obras que han resultado ser tan inútiles como los regalos de aquella despedida de soltera.

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sábado, 11 de agosto de 2012

La doctrina del shock

Leo en una página web independentista la noticia de que en Noruega han empezado a apadrinar niños pobres españoles. Esto les sirve para cargar contra España con afirmaciones del tipo "Cataluña puede salir de la crisis, pero dentro de España de ninguna de las maneras". Vaya por Dios. ¿Y todo esto por una iniciativa así? Porque desde hace muchísimos años en Cataluña se apadrinan niños pobres: persona con recursos se encargan de pagar la comida y otros gastos de pequeños de familias con problemas que, de esta manera, pueden seguir viviendo con sus padres. No sé cuándo se empezó a hacer pero a mí me consta, por lo menos desde 2006, es decir, mucho antes de que estallara la crisis. Además de esto, desde que me alcanza la memoria, recuerdo carteles de Aldeas Infantiles SOS en las estaciones del tren.
No fue la única sorpresa mediática del día. Por la mañana había visto un rato los programas matinales de Antena 3 y Tele 5 y, curiosamente, en los dos se decían cosas muy parecidas: que si España estaba en crisis es porque los españoles somos unos vagos y a diferencia de, por ejemplo, los alemanes, no estamos dispuestos a trabajar durante los fines de semana y las vacaciones. Imagino que se debe a la proverbial discreción alemana el hecho de que, pese a plagar las playas de Canarias y Mallorca, jamás los haya visto trabajando bajo la sombrilla. En uno de los programas hablaban, en concreto, de los profesores asegurando que ellos trabajan los días de asueto y nosotros no. Los fines de semana no hay clases en ninguno de los dos países así que no sé muy bien que van a hacer los profesores alemanes a sus escuelas. Si se refieren a preparar las materias o a corregir exámenes, es obvio que la mayoría de profesores españoles dedican parte de su tiempo libre a ello e, incluso, te puede tocar ir a trabajar algún sábado si hay una jornada de puertas abiertas o alguna Feria de Educación. Pues no. Según las citadas cadenas, ellos trabajan y nosotros no y por eso a ellos les van las cosas estupendamente y por aquí estamos fatal.
Es evidente que España tiene un problema de paro brutal y que en estos momentos hay gente que lo está pasando mal. No está en mi intención minimizar el sufrimiento ajeno pero me parece que se está ofreciendo una imagen tremebunda que no se corresponde con la realidad. Una sale a la calle y se encuentra las terrazas de los bares llenas, se realizan operaciones salida y retorno porque muchísima gente se va de vacaciones y gran parte de la sociedad está llevando una vida bastante similar a la de antes de la crisis. ¿Qué se pretende con estas afirmaciones? En el primer caso es evidente, con los independentistas no hay mucho que rascar: se hable del tema que se hable, la culpa la tiene España. En el segundo, me parece que tiene que ver con lo que Naomi Klein denominó "la doctrina del shock", es decir, la penetración de las ideas de la Escuela de Economía de Chicago tras impactos en la psicología social. Así que, hala, a dejar de leer este blog y a trabajar para levantar el país que luego dicen que somos todos unos vagos.





viernes, 10 de agosto de 2012

Natación sincronizada


En la Facultad de Ciències de l’Educació de la UAB estamos acostumbrados a tener en nuestras aulas a alumnos y alumnas del Plan Tutoresport, que consiste en que ciertos deportistas de élite disponen de un tutor particular que les orienta a la hora de poder compaginar una carrera universitaria con su disciplina deportiva. Se intenta ser flexible en las fechas de exámenes y entregas de trabajo así como con la asistencia a clase siempre que coincida con competiciones. No se trata de regalarles nada si no de que puedan cursar estudios académicos a la vez que siguen con sus rutinas de durísimos entrenamientos. Se trata de un plan pionero en las universidades españolas pero que aún está a años luz de las ayudas que reciben los jóvenes estadounidenses, esos que después arrasan en los medalleros de todo tipo de competiciones internacionales.

 En el curso 2011-2012 he tenido como alumna a la mallorquina Margalida Crespí y he podido ver de cerca su gran esfuerzo por intentar llevar al día la asignatura mientras que se preparaba para los Juegos Olímpicos de Londres. Aunque soy poco aficionada a ver deportes televisados, ahí he estado los dos días de competición de natación sincronizada y he vibrado con las puestas en escena, los cuidados estilismos, las arriesgadas acrobacias y las bonitas figuras que trazaban de forma perfecta en el agua. Y, por supuesto, me he emocionado al ver su alegría ante las ovaciones con las que han sido recibidos sus ejercicios. Miraba la cara de Marga con sus grandes y expresivos ojos mostrando su medalla de bronce a las gradas, donde adivino que aplaudían sus seres queridos y me venían a la cabeza todos los esfuerzos y sacrificios que le ha costado estar en ese podio. ¡Enhorabuena, Marga!