martes, 18 de junio de 2013

¿Quién discrimina a las mujeres? Pasen y vean

Veo gracias a Rafael Arenas, Catedrático en Derecho Internacional de la UAB, el vídeo del economista Xavier Sala-i-Martí títulado "¿Quién discrimina a las mujeres?" que aparece en la versión de digital de La Vanguardia (vid enlace). Me quedo sin palabras. Para empezar, dice que las mujeres ganan un "poco menos" (eso es rigor y lo demás son tonterías) que los hombres, pero que la brecha -que el llama gap porque en inglés queda mucho mejor, quieras que no- se está reduciendo. Pues bien, ese "poco menos" supone en España una media de 5.744 euros al año por el mismo trabajo y en febrero de este año había aumentado un 0,5% hasta situarse en el 22,55%, según un informe de la UGT.

 Tras un somero recorrido de las diferentes explicaciones de los economistas sobre la discriminación salarial de la mujer, Sala-i-Martí nos anuncia una nueva teoría, aquella que señala que tenemos muy grabado en el cerebro lo que significa ser hombre y ser mujer, y que eso no se cambia con el paso del tiempo (?) y, claro, si una mujer cobra más que un hombre, la pobre se siente fatal y cuando llega a casa trabaja más que cualquier otra mujer, y eso da como resultado que es tremendamente infeliz porque, además, "tiene al marido enfadado" (sic). Así, tal cual, sin citar ni un solo trabajo en el que apoyarse. Que vamos, lo entiendo, es un vídeo de divulgación, no un sesudo trabajo de investigación pero, hombre, diga algo que se pueda consultar porque las afirmaciones son, cuanto menos, sorprendentes. A mí, así, de pronto, sin pensar mucho, se me ocurren múltiples variantes como por ejemplo, si los dos ganan lo suficiente, que les dé por contratar a alguien para este tipo de menesteres; o que a la pareja les dé igual que la casa esté más limpia o más sucia; o que ella tenga un marido al que le encante limpiar y que cuando llegue a casa se la encuentre como los chorros del oro.
 Pero el caso es que, siempre según el célebre economista, esto tampoco se da tanto porque si una mujer cobra más que el hombre, las cifras de divorcio se disparan. De nuevo no cita datos ni estudios pero digo yo que si hay un mayor índice de divorcios en las parejas en las que ella gana más puede influir la variable que dicha mujer pueda permitirse el lujo de separarse porque es capaz de mantenerse a sí misma con su sueldo. Y todo esto lo suelta sin despeinarse en una época de crisis y con unas cifras de paro escandalosas en la que en la mayoría de los hogares no importa tanto si una cobra más que el otro como que entre un sueldo. El que sea. 
La conclusión final de todo su discurso es que no hay que echarle la culpa de la discriminación salarial por cuestión de género a los pobres empresarios sino que la culpa recae sobre la propia familia porque, de nuevo según él, no hemos cambiado los suficiente. Pues eso, que hable por él y por su familia. Yo, afortunadamente, conozco a familias mucho más modernas, empezando por la mía.

sábado, 15 de junio de 2013

Dejad a los niños en paz

Irene Rigau, la consejera de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña dijo en la clausura del curso 2010-
11"solo mediante la escolarización podremos realmente catalanizar" como se puede comprobar en el siguiente enlace. Tiempo después, en octubre de 2012, el ministro de Educación José Ignacio Wert se expresó en términos análogos al admitir el interés del Gobierno de Rajoy por "españolizar a los alumnos catalanes". Nunca he entendido muy bien por qué las palabras del Ministros causaron tantísimo revuelo mientras que las de la consejera se tomaron con total naturalidad cuando son prácticamente calcadas. Y, en ambos casos, pobres criaturas catalanas, tomadas como la cuerda de aquel juego infantil que consistía en que dos equipos tiraban de ella hasta ver quién ganaba.
Recuerdo que pensé que, a pesar de todo, ambos políticos eran un par de almas de cántaro porque, cualquier persona que haya pasado por un aula sabe que te puedes pasar, por ejemplo, todo el curso explicando que para comprobar si un sintagma es un complemento directo hay que sustituirlo por los pronombres lo, la, los, las o transformar la oración en pasiva para que a prácticamente nadie se le ocurra realizar nunca la sustitución pronominal (lo de la pasiva ya es pura ciencia ficción). Dicho esto, catalanizar, españolizar o cualquier gentilicio que al político de turno se le pase por la cabeza me resulta una labor tan ingente como poco fructífera. Vamos, lo único que le faltaba a un gremio que cada vez trabaja más horas por menos dinero y al que se le obliga a perder gran parte de su tiempo en tareas burocráticas.
Sin embargo, siempre hay motivados para cualquier causa y el 12 de octubre de 2012 algunos colegios e institutos de Cataluña decidieron abrir sus puertas y cumplir con sus horarios lectivos con el beneplácito de Rigau. Normal, no hacía más que seguir sus propias consignas. Esta semana ha salido a la luz que el Instituto Escuela Sant Jordi de Navàs había colgado dos pancartas que rezaban "L'escola en català ara i sempre!" con el mensaje flanqueado por sendas "estelades". En su web, además, aparecen niños posando con una de las pancartas como fondo. La crítica no es, obviamente, por el mensaje, sino por las banderas. Manuel Aguilella ha denunciado este hecho porque "vulnera el derecho a la libertad ideológica. Habrá que esperar a la resolución para saber si está en lo cierto o no pero creo que a nadie se le escapa que se trata, cuanto menos, de proselitismo ideológico y que se trata de una acción poco ética porque la función de la escuela tendría que ser dotar al alumnado de herramientas para adquirir un criterio propio y poder definirse de manera totalmente libre. Si finalmente se decide que el uso de "estelades" -equivalente a símbolos religiosos o políticos- no es legal, estaremos ante un acto de gran irresponsabilidad ya que una persona mayor 18 años puede, sin duda, cometer un acto de desobediencia civil y asumir las consecuencias que se deriven de ello si es que acaba por derivarse alguna pero no es de recibo meter de por medio a menores de edad así que, si no es mucho pedir, estaría muy bien que unos y otros dejaran a lo niños en paz y si de verdad desean que quieran a su país (pongan aquí cada uno Cataluña, España o lo que le plazca, que a mí los discursos identitarios me cansan lo más grande) lo que tienen que hacer es proporcionarles un país con una buena educación, con una buena sanidad, con buenas posibilidades, un país, en definitiva, que en lugar de tener colgadas banderas por todas partes, no les obligue a coger las maletas y huir de él para encontrar un futuro mejor.

martes, 11 de junio de 2013

Cuestión de números

Vaya por delante que yo soy de letras, que en el bachillerato me decanté por el Latín y el Griego -lo que
entonces se llamaba Letras Puras- así que es posible que todo lo que voy a escribir sea fruto de mi profunda ignorancia en la materia, pero lo cierto es que, desde hace tiempo, a mí los números no me cuadran.
Todo empezó en septiembre del año pasado, cuando se repitió hasta la saciedad que la participación de la manifestación de la Diada fue de un millón y medio de personas. Como suele pasar en estos caso, hubo un espectacular baile de cifras pero, al final, este mítico número se impuso aunque sin explicar el método de cálculo utilizado. Casualmente, los que sí que suelen explicarlo, como es el caso del periódico El País o algún artículo aparecido en La Vanguardia y firmado por un profesor de Estadística Aplicada de la UAB rebajaban la cifra a medio millón. La manifestación ocupó unos 140.000 metros cuadrados y en un metro cuadrado caben 3 ó 4 personas y a esto hay que descontar el espacio ocupado por mobiliario urbano, kioskos, árboles, etc., que es lo que tiene la ciudad de Barcelona, que es muy completita. Saquen números, que yo soy de letras.
Sigamos. Hasta hace poco más de un año el tema del "derecho a decidir" solo parecía preocupar a los voluntariosos organizadores de las consultas independentistas. De hecho, estas se prolongaron desde septiembre de 2009 y abril de 2011 y tan solo lograron un 18% de participación. He de decir que, en Barcelona, las urnas estaban en la calle -o al menos en mi barrio- cada semana durante meses aunque siempre se pone como fecha el 10 de abril de 2011, como si solo se hubiera votado ese día, obviando el dato que acabo de dar. Pese a eso, la participación fue de un 21,37%. Visto así, no parece que el tema sea la principal preocupación de los catalanes aunque se acabó convirtiendo medio años después en el eje de la campaña electoral autonómica. 
Sorprende también la encuesta de El Periódico de Cataluña (07-06-13) que llevaba por título "El 75% de los catalanes reclama a Rajoy que autorice la consulta". Madre mía, eso es mucho, hay una unanimidad casi absoluta al respecto. Esta misma encuesta afirma que un 69,6% de la población es partidaria de la consulta aunque no esté autorizada y que un 57,8% votaría "sí". El caso es que en las pasadas elecciones, los partidos que abogan por el "derecho a decidir" (CiU, ERC, ICV-EUiA, CUP y SI) sumaron 2.147.361 votos, lo que supone el 39,67% del censo electoral (5.413.361). Se puede aducir que los alineados en la posición no independentista suman menos pero es que, en este caso, resulta obvio que no se pueden situar en un plano de igualdad ya que los primeros quieren cambiar el status quo y eso implica necesitar una amplia mayoría como ya han comentado Joana Ortega o el propio Artur Mas. Además, en el caso de una hipotética consulta, parece claro que no todos los votantes de CiU o ICV-EUiA se decantarían por el "sí". Estos números se acercan más, a mi entender, al barómetro autonómico del CIS realizado entre septiembre y octubre de 2012, es decir, en plena ebullición por la manifestación del 11S y cuando todavía se afirmaba con rotundidad que una Cataluña independiente seguiría formando parte automáticamente de la UE. Las cifras de dicho barómetro afirman que los partidarios de la independencia de Cataluña son el 33,7%.
Por otra parte, las alcadesas y alcaldes del PSC del llamado cinturón rojo ya han manifestado que, en caso de consulta no pactada con el Gobierno, no participarán. Estamos hablando de municipios muy populosos como l'Hospitalet del Llobregat (258.642 h.), Santa Coloma de Gramanet (120.593 h.), Cornellà (87.458 h.) y Viladecans (65.188). Parece lógico pensar que la misma postura tomará el alcalde popular de Badalona (220.977). Así las cosas, no es de extrañar que ahora ERC diga que si la participación es del 50% y un 55% vota a favor, el resultado sería legítimo. Estamos hablando del 30% de los catalanes. Pero, ¿no habíamos quedado en que todo esto era un clamor que salía del pueblo y que los políticos, simplemente, lo secundaban porque se deben a ese pueblo? El caso es que yo no he visto a los habitantes de ninguno de estos lugares manifestándose en contra de sus alcaldías y reivindicando su derecho a participar a en dichas consultas si es que llegan a celebrarse.
Los habitantes de Cataluña nos hemos acostumbrado a transitar del plano de lo real al plano de lo fantástico que nos ofrecen los subvencionadísimos medios de comunicación con una naturalidad pasmosa. Pongo un ejemplo: el diario digital directe!cat -perteneciente al ex-diputado de ERC Joan Puig y subvencionado con 200.000 euros- nos regaló el sorprendente titular "Victòria catalana a Paris, Nadal derrota a Ferrer". Lástima que no la ilustraran con la foto del mallorquín envuelto en la bandera española. En fin, que la popular frase de "la vida es eso que nos pasa mientras hacemos otros planes" parece hecha a medida para según quien.