domingo, 22 de julio de 2012

Lo tuyo es puro teatro

Desde pequeña siempre he sentido auténtica fascinación por los títeres, las marionetas y cualquier tipo de representación antropomórfica que sirviera para explicar historias. Pero últimamente, la sensación de que todos participamos, en el más puro estilo barroco, del mundo como representación. No es sólo que nuestro ausente presidente sea, a todas luces, un títere en manos de los políticos alemanes -no es casualidad que sean los únicos que jalean sus recortes- sino que parece que todos estamos cumpliendo con el guion previsto, que todas las huelgas y manifestaciones que estamos secundando a costa de más recortes en nuestros sueldos y de arriesgarnos a una paliza en manos de los policías a los que pagamos para que nos protejan, se daban por descontadas. No quiero decir con esto que deban dejar de hacerse, tenemos que seguir en la calle, por supuesto, pero, además, apuntar mejor los objetivos, salirnos de su guion, ser capaces de burlar su ilegítima autoridad porque, resulta evidente, no piensan dejar títere con cabeza en el estado del bienestar.


miércoles, 18 de julio de 2012

El chándal olímpico y la falacia patética

Aunque ahora nos parezca mentira, no hace tanto España era guay. Parecía que por fin nos habíamos sacado de encima la rémora de la dictadura franquista, estábamos en Europa y, además, teníamos un presidente moderno que permitió los matrimonios homosexuales. Aún recuerdo el tono de admiración que utilizaban personas de otros países para referirse a este hecho, especialmente los que huían de esa Italia berlusconizada. El paro no corría desbocado y no teníamos ni idea de lo que eran las preferentes ni la prima de riesgo ni las agencias de calificación. Y la marca España vendía. Hasta que llegó esto: 



¿Quién ha sido capaz de perpetrar semejante horror? Dicen que los rusos. Y yo me pregunto ¿qué chanchullos se traerán entre manos los responsables con los rusos para aceptar esto como equipación? De aquí a vernos gobernados por la mafia rusa hay un paso porque, si no, no me lo explico. Otra posibilidad es que, en realidad, haya sido diseñado por algún abertzale o independentista catalán. Desde luego que un modelito así hace subir sin control las encuestas esas sobre la independencia que hacen, aproximadamente, cada semana. Pero algo positivo tiene claro. El día de la inauguración pienso estar pegada a la tele y comentando el desfile con Anita, Mariola, Verónica, Carmen, Clara, Gele y el resto de mis ochenta mejores amigas.
En literatura, se habla de falacia patética cuando objetos inanimados, normalmente un paisaje, sirven para reflejar el estado de ánimo de los personajes. Sin duda, el chándal olímpico es la mejor falacia patética para describir el estado de ánimo general del país.

viernes, 13 de julio de 2012

Andreíta, cómete el pollo

El pasado 11 de julio, Mariano Rajoy anunció nuevos recortes que suponen un mazazo terrible para gran parte de la población pero, incomprensiblemente, la bancada del PP se dedicó a aplaudir. Más incomprensiblemente, Andrea Fabra dejó escapar un rabioso "que se jodan" que, tras difundirse por las redes sociales, ha supuesto convocatorias de protesta frente a las sedes del PP de diferentes ciudades. Esta señora es hija del inefable Carlos Fabra, el afortunadísimo expresidente de la  Diputación de Castellón al que tantas veces tocó la lotería, también conocido por haber construido un aeropuerto en el que no hay aviones. Dicho cargo parece dinástico ya que antes que él lo ocuparon su padre y su abuelo y ahora la niña también está haciendo méritos para conseguirlo aunque hay varios asuntillos feos por ahí de corrupción de su papi en los que parece que ella puede estar también implicada. A parte de esto, cobra un plus de 1.893 euros en concepto de dietas y alojamiento por ser diputada por Castellón pese a que vive en Madrid con su marido. Su marido es Juan José Güemes, ex-mano derecha de Esperanza Aguirre, que también tuvo sus 15 minutos de fama cuando dijo aquello de "un gay es un homosexual con estudios que, haciendo uso de sus conocimientos, consigue prebendas políticas y subvenciones del erario público, con la anuencia  de toda la izquierda española". Me encanta lo de subvenciones sin control por el hecho de ser gay. Es una salida en estos tiempos de crisis, la verdad.

jueves, 12 de julio de 2012

Un poquito de memoria

Hace justo un mes, Mariano Rajoy compadeció -ha sido una de las pocas veces que se ha dignado a hacerlo desde que empezó la legislatura- para explicarnos que gracias a su insistencia, había logrado un trato de favor, que nos dejaban unos eurillos por la cara que ya se encargaría la banca de devolver y que se iba a ver el fútbol porque aquí ya estaba todo arreglado. Y que, por supuesto, esto no era un rescate ni una intervención ni nada que se le pareciera y que no iba a afectar ni lo más mínimo a la ciudadania. Y más ancho que largo, oye.
Estas palabras crearon un gran revuelo en el resto de Europa, tanto que Durao Barroso tuvo que apresurarse a desmentir dichas afirmaciones. Por otra parte, la prensa internacional hablaba claramente de rescate. Pero vamos, imagino que como Rajoy no sabe inglés, da por hecho que el resto de sus compatriotas, tampoco.
Me sorprende que, un mes después, nadie saque a relucir esto que es a todas luces escandaloso. Estremece comprobar como la realidad española se asemeja, cada vez más, a la distopía que se presenta en 1984: los líderes políticos manipulan en cuestión de días datos objetivos y reales ante la anestesiada población. En la novela de Orwell, los datos aparecidos en prensa se destruyen y se modifican al gusto de los mandatarios, extremo al que aquí todavía no hemos llegado, así que basta rastrear en Internet las palabras del PP y encontraremos gran cantidad de documentos en diferentes formatos.
Por si todo esto no fuera suficientemente escandaloso, ayer después de que Rajoy desgranara una serie de medidas que van a hacer todavía más difícil la vida a la gran mayoría de la población, los de su partido les dedicaron una fuerte ovación. Y ni hablar ya de Andrea Fabra gritando "que se jodan". Imposible ver una mayor desprecio hacia la gente a la que supuestamente tienen encomendado servir.