domingo, 16 de octubre de 2011

Del 15-M al 15-O


Ya hace cinco meses de aquella primera convocatoria que lanzó una poco conocida “Democracia Real Ya” y que muchas personas secundamos, hartas ya de un sistema injusto que perjudica a gran parte de la población. Relaté aquella primera manifestación en la entrada titulada “Indignación 2.0” y concluía diciendo que estaba segura de que las movilizaciones iban a continuar. Al vivir aquel ambiente, ver tanta gente de distintas edades y procedencias y la gran capacidad de movilización mediante las redes sociales  pese al ninguneo de la prensa –cabe recordar que a la rueda de prensa que ofreció DRY tan solo fueron tres medios- me parecía evidente que aquello no había hecho más que empezar pero lo que no podía ni imaginar es que cinco meses después la convocatoria global gestada el 17 de junio en una asamblea de Madrid iba a tener semejante seguimiento en casi mil ciudades de más de ochenta países.
            Y en estos cinco meses, el ir aprendiendo sobre la marcha, el adecuarse al lenguaje de signos y al lenguaje inclusivo en las acampadas, la extensión de las acampadas a las asambleas de barrio, las movilizaciones para impedir los desahucios por no poder hacer frente a la hipoteca, la lucha por una sanidad y una educación públicas y de calidad… Tantos y tantos momentos emocionantes, tanta ilusión por intentar transformar el mundo en un lugar mejor. Pero también los insultos y manipulaciones en periódicos como La Vanguardia, ABC y La Razón y la censura en las retransmisión del brutal y salvaje desalojo de Plaza Cataluña por parte de las televisiones públicas como RTVE o TV3. Y los agoreros que decían que las acampadas no llegarían ni al día de las elecciones; luego, que al día siguiente, el movimiento desaparecería; más tarde que nos acabaríamos convirtiéndonos en un partido polítco; que si detrás estaba la extrema derecha, unos, que si Rubalcaba, otros; y más tonterias por el estilo de personas que no habían estado en las calles y que no habían entendido nada. Todo esto sirvió para acrecentar la indignación y para que las concentraciones se volvieran más multitudinarias.
            El 15-0 fue un día de celebración, la celebración del quinto mes del inicio de una revolución en España que ayer, de forma oficial, se extendió a gran parte del mundo. Yo lo celebré, como aquel domingo de mayo, quedando con mis camaradas Mari Lou, Angelita, Ikeractivo, Luis, Salva, Berta y otros que prefieren mantenerse en el anonimato.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Protocolo chino


Aun a riesgo de quedar como poco discreta, lo voy a decir: Arcadi estudia chino. Y no solo eso, se ha apuntado a un curso de protocolo chino porque le hacen precio en la Casa de Asia. Sin duda, Arcadi es un hombre con vistas de futuro, tanto que este verano decidimos apuntarnos juntos a un curso de I Ching. Los argumentos con los que me convenció fueron los siguientes: Esperanza Gracia, pese a ser nuestra líder mundial en el Más Allá Occidental, empieza a estar de capa caída y los tarotistas de los canales digitales no tienen ningún tipo de credibilidad así que es el momento de ampliar el mercado, hacerse un nombre en el Más Allá Oriental y forrarse saliendo en la tele haciendo predicciones. Visto así, no había manera de negarse por lo que miramos los horarios del curso y todo pero dada nuestra gran afición a los planes imaginarios y nuestra todavía mayor pereza para llevar estos a su materialización, jamás llegamos a ir.

Pero con el protocolo chino es otra cosa y Arcadi ya se ha puesto. Yo le comenté que a mí de siempre me había encantado la idea de hacer un curso de protocolo así, en general, y, como somos almas gemelas, él me dijo que lo mismo, que loquito por hacer uno, pero que siempre que los había mirado eran demasiado específicos tipo “Protocolo de la Casa Real Holandesa”, y claro, cuándo nos vamos a ver nosotros invitados por tan ilustre familia. Animadísimos por el Spritz XXL que nos habían servido en el bar “Venecia” –que de Venecia solo tiene el nombre, por cierto- ya nos veíamos los dos aprendiendo a poner bien los cubiertos y a hacer reverencias cuando toca y en esas me suelta Arcadi:
-          Oye, ¿y en la casa okupa no harán cursos de protocolo?

jueves, 6 de octubre de 2011

Ya se han casado

De la Duquesa de Alba se dice constantemente que siempre ha hecho lo que ha querido. Suerte que tiene. A mí me hubiera encantado tener esa fama, pero es que he estado demasiado ocupada en estudiar, en buscarme la vida, en trabajar un montón de horas... en fin, esas cosillas que te pasan cuando no eres Grande de España y no tienes ni un mal título nobiliario. Ahora, eso sí, me parece estupendo, cada una es libre de convertirse en un hazmerreír tanto como desee -o la pasta se lo permita-, sobre todo si sabes que tienes detrás a un enjambre de periodistas o colaboradores de programas varios dispuestos a decir lo valiente que eres, lo bien que vistes y lo bohemia que eres. A veces me da la impresión de que una parte de la población de este país siente nostalgia de tiempos remotos y pretenden mantener antiguos usos como los del vasallaje sin ir más lejos. Así, mientras que aquí tenemos que aguantar sandeces sobre el triunfo del amor, en la prensa internacional hablan de una mujer excéntrica y extravagante y de unos hijos que respiraron aliviados el día que repartió la herencia en vida. Porque esa es otra, los hijos. Yo, que tengo como uno de los libros de cabecera  La enfermedad como camino cuya tesis principal es que la enfermedad nos hace sinceros ya que son la plasmación física de lo que nos pasa en la mente, creo no hay prueba más evidente del sentir de su prole que la oportuna varicela de Eugenia: la boda de su madre le ha provocado auténticos salpullidos.


Otro de los lugares comunes de cierta prensa autóctona es lo mucho que la quiere el pueblo, especialmente el de Sevilla. Pues motivos no faltan, sin duda, para tanto amor: esta buena señora se queda con una gran parte de las subvenciones que recibe la agricultura española y, para colmo, se acoge a cuanto chanchullo puede para pagar lo mínimo posible a Hacienda. De hecho, en Sevilla la quieren tanto que su estatua está siempre llenita de pintadas. Le pregunté a Arcadi, que para mí es una autoridad en todos estos temas, su opinión sobre la boda a lo que me contestó: "a mí me encanta cuando se ha puesto a hacer Kung fu en medio de la calle". Pues eso.