
Oh, Arcadi, que gran
observador de la realidad. Arcadi es como un haiku, capaz de expresar grandes
cosas con pocas palabras. Y es que su comentario nos retrotrae a los 90, esa
época feliz en la que, por tener, teníamos hasta grandes supermodelos. A ver,
no eran exactamente como Claudia Schiffer, Helena Christensen y Naomi Campell,
pero también tenían su público. Recuerdo los 90 como una época de gran
optimismo. A diferencia de nuestros padres, sabíamos inglés y empezábamos a
viajar por Europa y los jóvenes europeos, por su parte, venían aquí gracias a
esas becas Erasmus que tanto han hecho por la unificación y que ahora están en
peligro por culpa de la crisis. Nos encantaba, por supuesto, la idea de
pertenecer a la Comunidad Económica Europea –luego le quitaron lo de “Económica”
para disimular-, con su banderita azul y sus doce estrellas, su Himno de la Alegría,
su proyecto de moneda única que por entonces se llamaba Ecu…
Hoy, sin embargo, todo
aquel optimismo en el futuro y entusiasmo por la Unión Europea anda por los
suelos. Desde que entró en vigor el euro, los precios se dispararon y empezamos
a estar sujetos al dichoso Euribor, palabra a la que cualquier persona con
hipoteca teme más que a un nublado. Por lo que respecta a nuestras modelos, a
Mar Flores se ha colocado bastante bien, Raquel Revuelta ahí anda y peor
malparada ha salido la pobre Sofía Mazagatos aunque cualquier persona sensible
la llevará siempre en su corazón por sus grandes perlas lingüísticas como “estar
en el candelabro”.